escribir...

Escribo lo que me ha enseñado la vida. Escribo lo que pienso y lo que siento. Escribo sobre mis experiencias. Escribo sobre mis expectativas. La vida me ha enseñado que debes seguir adelante, que está permitido caerse pero es obligatorio levantarse. El pasado, pasado está pero es cierto que afecta a nuestro presente y a nuestro futuro. El pasado condiciona cómo vivimos el presente y cómo afrontamos el futuro. Es difícil encontrar alguien con quien puedas estar de acuerdo totalmente puesto que nuestras opiniones y visión de la vida dependerá de nuestro pasado. Lo sé que a veces me repito en lo que escribo, que no es muy alegre, lo sé, pero es la forma que tengo de sacar las cosas. Escribir es mi medicina, es mi droga. Durante años buscamos la felicidad sin darnos cuenta que ésta no se ha movido de nuestro lado aunque no la hayamos visto, debemos abrir los ojos y apreciar las pequeñas cosas que nos da la vida como cosas perfectas y eternas. Creo que nunca he sido sincera con algunas cosas y eso es algo que estoy intentando cambiar. La vida no siempre nos da lo que merecemos pero sí nos da lo que buscamos. Yo no necesito un principe azul ni lamentarme por mis errores; lo que necesito es poder vivir mi vida tal como yo quiero sin nadie que me juzgue -cosa difícil, lo sé- por lo que decido hacer. Ha pasado el tiempo y sigo pensando lo mismo, fuiste todo, pero fuiste. Ya no hay vuelta atrás, todo terminó y hoy lo he visto claramente. No hay rencor, no hay dolor, sólo gratitud. Me enseñaste a ver la vida de otra forma, a ser quien yo quería ser. Pero debes entender esto, mi vida no es perfecta pero la de nadie lo es. Enamorarse es amar las perfecciones y amar es enamorarse de las imperfecciones.

error tras error

¿Qué debes hacer cuando crees que has cometido un error que puede destruir a alguien a quien aprecias? ¿Decirlo o no decirlo? Diciéndolo puedes destruir los sentimientos de esa persona pero ocultándolo también le estás haciendo daño; así pues, ¿qué se debe hacer? Porque realmente mientras sucedía no pensabas en las consecuencias, tan sólo después lo haces.

Todas las personas, por más racionales que sean, cometen algún error por haber actuado impulsivamente guiadas por los sentimientos. Pues somos humanos y cometemos errores, está en nuestra naturaleza pero, ¿verdaderamente son errores o son experiencias que nos da la vida? Encontrarás personas que defiendan los dos puntos de vista y podrías quedar anonadado con los razonamientos de unos y otros. ¿Para mí? En el fondo creo que son experiencias que nos da la vida sean buenas o malas aunque probablemente si nos hemos creado nosotros mismos esa situación será un error aunque eso no signifique que no aprendamos algo. De todo aprendemos y dicen que no se debe cometer el mismo error dos veces. Pero ¿qué pasa cuando sientes que ya nada es lo mismo? ¿qué pasa cuando intentas buscar pequeños momentos que te llenen aunque estén destinados al desastre?

Si me arriesgo no es porque quiera acabar con todo, es porque nada me satisface como antes. Tenemos la habilidad de destruir todo lo conseguido hasta el momento con apenas cometer un error. Puede que seas un error pero en ese caso nunca dejaría de equivocarme si tú me dejas.

la confianza

La confianza es algo muy difícil de describir, es algo intangible, algo que se da entre las personas que mantienen una relación (relación en sentido amplio), que tienen un vínculo. ¿Si no hay confianza, qué hay? No se puede pretender vivir si no puedes confiar en las personas de las que tú mismo te has rodeado.

No hablo de una confianza por la que darías la vida, hablo sencillamente de poder estar seguro que no te traicionarán por la espalda como muchas veces me ha pasado. En la amistad cuesta mucho confiar en alguien, conseguir tener una confianza plena en alguien; y, aunque cuesta tanto conseguirlo se puede perder en tan sólo un segundo y una vez la confianza se ha perdido cuesta mucho recuperarla. En una relación de pareja es lo más esencial la confianza mútua, te matas por dentro si no puedes confiar en la persona que quieres.

Si pudiera decir las personas que a lo largo de los años han roto mi confianza tendría una lista sin fin, si cuento las personas que tienen mi plena confianza que sé que nunca me harán daño premeditadamente me sobran dedos de las manos. Con los años he aprendido en quién confiar y con qué debo confiar; he aprendido que un "para siempre" siempre termina y el "nunca más" nunca se cumple; he aprendido que hay personas que quieren tener tu confianza para romperla; he aprendido que de la forma más inversemblante puede nacer una confianza que no se rompe con el tiempo; he aprendido que a veces una amistad está rota antes de darnos cuenta ni siquiera nosotros de que lo está; he aprendido a perdonar mis errores; he aprendido que no debo hacerlo yo todo, que algunas cosas sencillamente deben ser confiadas en alguien.

There is always hope that a new beggining is coming.