esperar...

¿Qué es lo que se supone que esperamos? Dejamos pasar el tiempo, perdemos el tiempo; segundos, minutos, horas, días, semanas pasan por no atrevernos a dar un paso, a esperar que sea otro quien haga lo que no nos atrevemos a hacer. Pero igualmente, estamos perdiendo el tiempo. ¿Debemos esperar una señal? ¿Debemos esperar una ocasión? ¿Debemos esperar unas palabras? Esperar, esperar, esperar... Sea como sea, siempre estamos perdiendo el tiempo por no querer arriesgar pero no pensamos que quien no arriesga, no gana. ¿Cuál de tus sueños quieres cumplir antes que se termine tu tiempo? Yo quiero cumplirlos todos, y si es contigo aun más. Aunque hay una contradicción: no soporto perder el tiempo sin hacer nada, pero daría la vida por perder todo el tiempo posible a tu lado. Sin hacer nada, sólo mirarte, observarte, conocerme cada rasgo de tí, que cerrando los ojos sepa dibujar cada milímetro de tu cara. Y ahora, reflexionando, tengo que admitir que nunca habría dado ese primer paso, que tuve que esperar a que lo hicieras; y eso es porque, a veces, el miedo, sí el miedo, nos impiden hacer algo. Tener miedo es sinónimo a temer perder algo. Y yo tuve miedo, tenía muchas cosas por perder, lo reconozco, aunque también reconozco que estaba equivocada. He ganado más que perdido, y lo que más he ganado es haberme encontrado, ser yo misma en cada momento. Dicen que cuando quieres a alguien no ves sus defectos, pero soy sincera si digo que tú no tienes ninguno y ahora mismo ya no espero que las cosas sucedan, sino que yo misma pongo mi granito de arena para que lleguen.