el amor nunca falla

Realmente me pregunto porqué te quiero y me parece la pregunta más tonta que alguien puede pensar pero, cuando pienso los motivos por los que tú puedes quererme a mí, en verdad no encuentro ninguno aunque me hace feliz que así sea. Sé que me quieres porque me lo demuestras cada día que pasa, estando a mi lado, preocupándote por mí, haciéndome reír o sencillamente mirarme mientras duermo. Sé que me quieres aunque no lo digas en palabras. Sé que me quieres porque dices que te gusta mirarme durante horas. Sé que me quieres por tu sonrisa al verme. Sé que me quieres como yo te quiero a ti. Hay momentos en los que no sé qué es verdad y qué no. Hay momentos en los que todos es tan confuso que ni preguntando se pueden saber las respuestas. ¿Me quieres? Yo te quiero y no hay más que decir. Llegaste en un momento en el que no creía en los finales felices, en el que no creía que la sonrisa era más poderosa que las lágrimas, en el que todo parecía estar desmoronándose, en el que ya había renunciado a todo... pero llegaste tú. Con tu sonrisa para provocar la mía, con tus ojos mirándome fijamente siempre, con tus manos para sostenerme de pie, con tus brazos para abrazarme cerca tuyo siempre, con tus palabras amables para que volviera a creer en mí. ¿Qué puedo decir si no sé cuando me enamoré de tí? ¿Si tampoco sé porqué lo hice? ¿Que puedo decir si ahora me sale tan fácil decir palabras cursis? He cambiado porque tú me has cambiado. Quisiera que un día me respondieras de verdad porqué te fijaste en mí, porqué te gusté, porqué quisiste estar conmigo, cómo supiste que yo era la correcta; siempre me has respondido con un "no lo sé, sólo lo supe". Pues ésa es mi misma respuesta, sólo sé que te quiero. Te quiero por todo. Tú sabes muy bien que hace tiempo me cuesta escribir, que ya no encuentro la inspiración, pero es que hace muchos meses que mi inspiración eres tú y que mi inspiración en vez de poder plasmarse en letras y palabras se plasma en los momentos juntos. Tú eres mi inspiración, mi motor, mi apoyo. Me cuesta escribir sobre cosas ahora que soy feliz, ahora que la tristeza se ha alejado de mí, ahora que la soledad parece estar yéndose. ¿Será que para escribir necesito estar en la parte oscura? ¿O será que me he vuelto más exigente con lo que escribo? No sé la respuesta, sólo sé que no quiero dejar de escribir, es mi forma de expresarme y mi forma de evadirme. ¿El amor me ha hecho no poder expresarme como solía hacerlo? Dicen que el amor nunca falla, pero Cupido sí falla. Ha costado pero te he encontrado, parece que por fin Cupido ha aprendido a utilizar el arco y la flecha.