esperanza

La esperanza es lo último que debemos perder en la vida. Tener esperanza no es vivir de los sueños ni vivir engañándose a uno mismo; tener esperanza solamente es tener la fe de que vas a poder conseguir eso que te propones y que todas las lágrimas se convertirán en sonrisas.

Nunca he perdido la esperanza que los malos momentos vividos serían recompensados por unos momentos mucho mejores que serían dignos de recordar. Nunca he perdido la esperanza que las personas que he perdido con el paso del tiempo y me importan regresarán a mi vida. Nunca he perdido la esperanza que seré capaz de encontrar gente que me podrá conocer verdaderamente como soy. Nunca he perdido la esperanza en encontrar a alguien correcto para amar. Nunca he perdido la esperanza que puede haber paz en el mundo. Nunca he perdido la esperanza que la sociedad evolucionará. Nunca he perdido la esperanza que la vida es mejor que la muerte.

Cuando había llegado a un momento en que incluso la esperanza empezaba a desaparecer de mi vida llegaste tú, con unas simples palabras me ayudaste a seguir confiando en la vida,  a apreciar lo que tengo, pero sobretodo que nunca se puede decir nunca. No creo que sea la única persona del mundo que piensa así, a veces me he sentido que vagaba sola sin rumbo por la vida.

Sé que he cometido errores -errar es de humanos-, no lo niego, pero creo que he sido suficientemente inteligente para aprender de ellos para no volver a cometerlos o, por lo menos, si los cometo que no sean iguales. Ahora controlo mi vida, yo llevo las riendas de todo lo que hago, no dejo que nadie me marque el camino. Pero sobretodo: no sueño mi vida, vivo mis sueños.