En el silencio de la habitación tuvo una visión. Estaba sola en casa como muchas otras noches de esos últimos tiempos. No le preocupaba la soledad, más bien le gustaba. Cuando estaba sola podía pensar en sus cosas sin que nadie se metiera en sus meditaciones. ¡Cuantas cosas había callado! ¡Cuantas cosas se moría por decir! Pero nunca lo hacía. Pero nunca es demasiado tarde para comerse la vida. Decidió hacer algo que hacía tanto y tanto tiempo que no hacía: escribir. Pero, ¿dónde debía escribir? ¿en una hoja? ¿en una libreta? ¿en el antiguo diario que aun conservaba? Nadine sólo tenía claro que necesitaba escribir. Se decidió por una simple hoja, así, si no le gustaba lo que escribía podía hacerla desaparecer.
Cogió el bolígrafo BIC azul y se sentó en la cama con una carpeta en el regazo para poder escribir. Pero, ¿qué debía escribir? ¿Lo rara que era la vida ahora que su hermana no estaba en casa? ¿Cómo había cambiado la situación en casa? ¿Cómo sus padres habían decidido casi no hablarle? Había tantas cosas que nunca sería capaz de decir. Si pudiera recordar con exactitud cómo sucedieron las cosas ese día de verano...
"A, tú me traicionaste". Escribió y escribió, por fin podía decir cosas que nunca dirías, por fin podía expresar lo que sentía. No supo como pero las lágrimas empezaron a manchar como diminutas gotas de lluvia la hoja y hacían que la cadena de tinta se difuminara. Pero no paró, continuó escribiendo hasta llenar hojas y hojas de variados pensamientos que no seguían ningún orden. Como siempre. Cuando se dijo que ya no podía seguir escribiendo salió al jardín con su pequeño diario improvisado. Encendió una cerilla y quemó lo que se había pasado horas haciendo.
Por fin era libre. Era libre de hacer lo que quisiera. Era libre de decir lo que nunca dijo.
Con cada entradas creces muchísimo más, exponencialmente.Desde la primera a esta entrada se nota bastante la diferencia. Me encanta!! Sigue evolucionando y sigue dejándonos disfrutar de ti. Un besazo.
ResponEliminaPor cierto, me encanta el guiño :)A veces, hay cosas que nunca dirías pero que querrías gritar.